En el primer comunicado a la nación expresamos nuestro compromiso de contribuir a transformar las estructuras fundamentales del Estado mediante un nuevo Pacto Social y con base en la racionalidad de la planificación estratégica para el desarrollo sostenible. Al mismo tiempo manifestamos que la educación basada en principios y valores es la herramienta más importante para el cambio social. Luego de estas primeras declaraciones, renovamos nuestra voluntad y disposición para iniciar en el país una convocatoria que nos conduzca a una verdadera transformación del sistema educativo nacional.
Repensar Panamá reafirma la necesidad de diseñar un sistema educativo capaz de formar ciudadanos de acuerdo al artículo 92 de la constitución de la República que establece: “La educación debe atender el desarrollo armónico e integral del educando dentro de la convivencia social, en los aspectos físico, intelectual, moral, estético y cívico y debe procurar su capacitación para el trabajo útil en interés propio y en beneficio colectivo”.
Diversos diagnósticos coinciden, desde hace más de una década, en la existencia de un deterioro irreversible del sistema que se expresa en la ausencia de una política educativa que promueva su cobertura universal, equidad, calidad y pertinencia; en la carencia de mecanismos de control en los procesos de gestión y formación; en la falta de integración entre los subsistemas de formación del sistema educativo; en la inexistencia de un marco nacional de cualificaciones; en la desconexión entre los procesos de formación formal e informal, y en la devaluación de la oferta formativa, especialmente en la desatención a los procesos de capacitación al docente, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo.
Es impostergable la necesidad de elaborar un plan maestro a largo plazo, que contextualice los desafíos y retos del sistema educativo panameño, que recoja los principales hallazgos de cada uno de los esfuerzos realizados en el pasado, que defina con claridad los objetivos para la transformación, que formule escenarios prospectivos y sustente la factibilidad del plan global y el plan de acción con su respectivo cronograma de actuación para transformar las estructuras de gestión.
Reconocemos el esfuerzo realizado en el Compromiso Nacional para la Educación (CONAPE) y la creación del Consejo Permanente Multisectorial para la Implementación del Compromiso Nacional para la Educación (COPEME). Este documento para la acción se puede ampliar e integrar a una visión sistémica que incluya la educación inicial, la educación técnica profesional y la educación superior.
Pensamos, sin embargo, que la crisis del sistema educativo no es solamente de carácter técnico, sino que el nudo central está en la estructura de gestión administrativa del Ministerio de Educación, que cada cinco años experimenta un cambio que, además, pasa por el reparto de posiciones por clientelismo político que limita la eficacia de todo el sistema de gestión institucional. En consecuencia, proponemos la creación de una entidad que goce de autonomía administrativa y financiera, completamente alejada de la política partidista y gremialista, en la cual, bajo la coordinación del gobierno, participarían todos los actores clave del sistema educativo: docentes, padres de familia, estudiantes, directores de escuelas, representantes del gobierno nacional, de la sociedad civil, del sector empresarial y de los trabajadores organizados. Esta entidad será el resultado de una convocatoria nacional que, bajo el lema “Hacia un nuevo pacto educativo nacional”, hacemos al país.
Los firmantes:
Julio Bermúdez Mosquera
Juan Moreno Lobón
Elberto Cobos
Juan David Morgan
Aracelly De Gracia
Jorge Arosemena
Miguel Del Cid Molina
Stanley Motta
Alexis Dixon Rodríguez
Eduardo Pazmiño
Mario Galindo
Juan Planells
Fernando Martínez
José Javier Rivera
Alma Montenegro
Ivanor Ruiz
Argentina Ying
Rubén Darío Sousa
Marelisa Tribaldos
César A. Tribaldos G.