Los integrantes de Repensar Panamá expresamos nuestra preocupación por la inestabilidad generalizada en la que muy pronto pueden desembocar los problemas sanitarios, sociales y económicos que estamos viviendo. El aumento significativo de los casos durante las últimas semanas, la paralización casi total de la economía y la imposibilidad de atender adecuadamente las necesidades de quienes no disponen de recursos económicos para satisfacer sus necesidades más elementales, requieren de una decisión impostergable del gobierno que, de manera integral, coadyuve a evitar una explosión social de consecuencias lamentables e irreparables.
Luego de las acciones sanitarias adecuadas en su fase inicial, las decisiones tomadas por el gobierno hasta el momento, han sido insuficientes e ineficientes para contener el escalamiento de la crisis.
Por ello, reiterando la urgencia de acordar un pacto social para el desarrollo sostenible, expresada en nuestro primer comunicado, consideramos indispensable que el gobierno, apoyándose en todos los sectores de la nación, atienda las siguientes prioridades:
1. Evitar que colapse el sistema de salud, para lo cual el gobierno debe garantizar mayor capacidad hospitalaria, más insumos, más personal y mayor participación comunitaria.
2. Fortalecer las redes de atención primaria y controlar con cercos sanitarios, con más pruebas y mejor trazabilidad las comunidades donde el virus se está propagando a mayor velocidad.
3. Aislar y proteger a las personas más susceptibles de fallecer en caso de contagio (personas mayores de sesenta años y/o con comorbilidades específicas).
4. Decidir tan pronto como sea posible la apertura de la economía del país, bajo esquemas que favorezcan la protección del empleo y el ingreso de los trabajadores, restringiendo el trabajo presencial únicamente a las personas mencionadas en el punto anterior y preservando las medidas sanitarias y los protocolos de bioseguridad preventivas.
5. Prestar apoyo especial al sector informal y a las pequeñas y medianas empresas.
6. Incrementar el monto del llamado “bono solidario” a por lo menos trescientos balboas mensuales.
7. Obtener los recursos financieros que sean necesarios para acometer, cuanto antes, un plan agresivo de inversiones, comenzando por la construcción de obras públicas (infraestructuras en todo el país que generen empleos en el corto plazo) mediante procesos de contratación y gestión eficientes, transparentes y libres de corrupción.
La crisis actual puso en evidencia las debilidades estructurales del país y amenaza con ahondar aún más la inaceptable desigualdad social que nos aqueja. Aunque esta situación es resultado de décadas de deterioro de la institucionalidad, ha llegado la hora de deponer diferencias políticas e intereses particulares para transformar al Estado en torno a una visión de futuro compartida. Para ello, el gobierno, dejando a un lado afanes políticos partidistas y con el apoyo de la ciudadanía, debe asumir el liderazgo que corresponda a los enormes retos que tenemos por delante. De lo contrario, el país caerá en una espiral de desasosiego cuyo final es impredecible.
Los firmantes:
Julio Bermúdez Mosquera
Juan Moreno Lobón
Elberto Cobos
Juan David Morgan
Aracelly De Gracia
Jorge Arosemena
Miguel Del Cid Molina
Stanley Motta
Alexis Dixon Rodríguez
Eduardo Pazmiño
Mario Galindo
Juan Planells
Fernando Martínez
José Javier Rivera
Alma Montenegro
Ivanor Ruiz
Argentina Ying
Rubén Darío Sousa
Marelisa Tribaldos
César A. Tribaldos G.
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